7.2.11

REFLEX ión.es 1



Ser un genio en cualquier disciplina debe ser algo excitante, pero serlo en la arquitectura quizás mucho más. Cuando comencé a estudiar arquitectura era mi única preocupación en la vida. Quizás por esta razón me he decidido a investigar para intentar averiguar el por qué de este fenómeno paranormal y esta necesidad tan ansiada por nosotros los seres humanos.

No me detendré a hablar sobre Le Corbusier, Kahn, Foster o Ghery, esos personajes que ya todo el mundo concibe como grandes genios de la historia de la arquitectura y la humanidad. Yo no quería quedarme en un genio superficial, necesitaba ir un poco mas “allá”.

Cuando me enteré que el descubridor del polo sur Roald Amundsen respondió a la pregunta de un periodista de ¿Cuál era el sitio del mundo donde había pasado mas frío? Y este contestó que en una pensión en el barrio de Santa Cruz en Sevilla, empecé a plantearme si para ser 1 genio lo que hacia falta era ser humilde , friolero y sincero.

¿Puede existir en la definición de génio una diferencia de 68 grados centígrados?

Pero hace unos días la noticia de la aparición en una chatarreraía de una escultura de Eduardo Chillida que fue robada hace meses junto a otras obras de arte de otros "genios" del siglo XX me hizo profundizar aun mas sobre este tema.

"Se trata de dos piezas muy especiales. La escultura es un óxido pintado por las dos caras, es una pieza excepcional, y la otra es un collage de la técnica del papel alquitranado, que pertenece a una serie muy corta que hizo Chillida", detalló Fernández-Braso, para quien se trata "de dos obras absolutamente insustituibles".

Una de las obras del maestro vasco galardonado en 1987 con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes fue robada por estos personajes junto con otros 34 cuadros y esculturas cuando estaban en un camión en una empresa de transportes de Getafe. Se trata de TOPUS IV, una escultura en hierro valorada en unos 800.000 euros.

Los ladrones se la vendieron a un chatarrero por el increíble precio de 33 euros, su cotización en báscula. La intervención policial ha impedido que acabe aplastada y usada para fabricar latas de atún. El dueño de la chatarrería dijo que la obra llevaba allí tirada "y completamente oxidada" desde hacía varios días. Su hija declaró que la pieza la pesó ella misma y le ofreció a quien se la trajo los 33 euros por su peso.

«Ni él ni yo sabíamos que era una obra de arte -explica Sheila Galache, empleada de la chatarrería- y la pague al peso». O sea, a un precio justo, unos 22 céntimos por kilo.

¿Quién es el genio? ¿Chillida? ¿La chica que iba a aplastar esos "trozos de hierro" y que responde sincermanete a los periodistas? ¿yo?

¿Puede existir en la definición del mismo génio una diferencia 799.967 euros?



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