9.2.11

MAKING OF DE 1 IDEA TECNOLÓGICA

Aquí os muestro 1 boceto - cróquis - estudio previo a la realización de ESTE blog.
Técnica: ratón inalámbrico sobre servilleta de papel de un bar céntrico de Sevilla



7.2.11

cuento arquitec- TÓNICO

ESTE CUENTO ES 1 CLARO EJEMPLO SOBRE GENIOS: EL QUE LO ESCRIBE [ MI querido amigo ZACA http://proustnuncatuvoblog.blogspot.com] Y SU PROTAGONISTA.


Necesitaba dinero para comprarme ese libro de Le Corbusier así que no tuve más remedio que aceptar las prácticas que me ofrecieron en mi facultad, la facultad de arquitectura. Me pagaban muy poco al mes (300€) y yo soy una persona a la que no le gusta trabajar para otras personas. Yo tengo mis propias ideas y proyectos que no necesitan de supervisión ajena y, según mis principios, el trabajo no dignifica, como mucho aburre. Aun así, como ya he explicado, no tuve más remedio que empezar esas practicas, viendo cuanto costaba el libro calculaba que en nueve meses podría comprármelo, así que sería como un parto pero más doloroso.

Cuando llegué al estudio de mi nuevo jefe me pareció repugnante. Quiero decir, el lugar era realmente bonito y acogedor, esos sitios a los que yo suelo llamar espacios arquitectónicos tónicos (porque son estimulantes), pero mi jefe me pareció repugnante. Era estúpido, arrogante y, lo peor de todo, siempre escupía cuando pronunciaba el sonido ch.

- Bueno muchacho. ¿Es la primera vez que trabajas?
- Así es. Espero dar la talla, me esforzaré lo máximo posible para hacer un buen trabajo.
- No lo dudo muchacho. Todos los alumnos de prácticas que nos mandan acaban satisfechos. De hecho, el último, que se llamaba Chencho, me trajo el último día antes de marcharse una lata de berberechos. Espero que tú también me traigas algún regalo.
- Bueno…
- Es de cachondeo muchacho. No te lo tomes muy a pecho.
- ¿Y cuál es mi puesto? ¿Por donde empiezo?- dije rápidamente antes de que acabase cogiendo una pulmonía a causa de la humedad.
- Pues verás. Ahora mismo no tenemos ningún despacho libre. Ni ordenador. Te vas a poner ahí en el pasillo que tenemos una mesa redonda de estas de estar de pie para el café. Toma.- Y abriendo el cajón de su escritorio sacó una regla, un compás, un par de rotrings, un lápiz y una goma.- El material te lo puedes quedar luego, te lo regalo, no te podrás quejar ¿eh? Soy un cacho de jefe. Mira, te doy los planos sin acabar de mi último proyecto. La verdad es que a pesar de que soy
un genio no he conseguido la inspiración suficiente para terminarlo, a ver si tú eres capaz de hacer algo.

La verdad es que esos planos no había quien los entendiera. Aún así estuve trabajando en ellos día y noche, porque fui tan tonto como para llevarme el trabajo a casa y la verdad que tenía su lógica porque en el pasillo en esa mesa era imposible trabajar. Aparte de que siempre había alguien molestando porque la mesa estaba al lado de la máquina de café, acabé con unos dolores de espalda insufribles. Finalmente, y a pesar de todas estas vicisitudes, conseguí terminar el proyecto de forma excelente y se lo llevé a mi jefe.

- Pasa muchacho. ¿Qué tal? ¿Tienes algún problema?
- Bueno, me duele un poco la espalda. Esa mesa…
- Pero muchacho. Habérmelo dicho. Desde hace ocho días hay un despacho libre.
- Vaya… En fin, aquí tiene el proyecto terminado.
- ¡Caramba muchacho! Déjame que lo vea.

Tras un par de minutos revisándolo de arriba abajo guardó mi trabajo en una carpeta:

- ¿Y bien? ¿Qué le parece?
- Muchacho. Voy a serte sincero. Es una mierda.
- Déjese de tecnicismos.

A pesar de lo que pudo parecer salí reforzado de esta última vez que vi a mi jefe ya que mientras revisaba el proyecto que le había terminado observé que entre los libros que había en su despacho estaba el de Le Corbusier que tanto quería así que aproveché una de sus múltiples salidas para ir al baño para robárselo y no volví a aparecer por allí. Poco después supe que el estudio ganó el premio nacional de arquitectura con el trabajo que yo hice, que claro está, estaba a nombre de mi jefe, así que todos contentos. Todos excepto esos ecologistas que siempre están protestando por los rascacielos en primera línea de playa.



REFLEX ión.es 1



Ser un genio en cualquier disciplina debe ser algo excitante, pero serlo en la arquitectura quizás mucho más. Cuando comencé a estudiar arquitectura era mi única preocupación en la vida. Quizás por esta razón me he decidido a investigar para intentar averiguar el por qué de este fenómeno paranormal y esta necesidad tan ansiada por nosotros los seres humanos.

No me detendré a hablar sobre Le Corbusier, Kahn, Foster o Ghery, esos personajes que ya todo el mundo concibe como grandes genios de la historia de la arquitectura y la humanidad. Yo no quería quedarme en un genio superficial, necesitaba ir un poco mas “allá”.

Cuando me enteré que el descubridor del polo sur Roald Amundsen respondió a la pregunta de un periodista de ¿Cuál era el sitio del mundo donde había pasado mas frío? Y este contestó que en una pensión en el barrio de Santa Cruz en Sevilla, empecé a plantearme si para ser 1 genio lo que hacia falta era ser humilde , friolero y sincero.

¿Puede existir en la definición de génio una diferencia de 68 grados centígrados?

Pero hace unos días la noticia de la aparición en una chatarreraía de una escultura de Eduardo Chillida que fue robada hace meses junto a otras obras de arte de otros "genios" del siglo XX me hizo profundizar aun mas sobre este tema.

"Se trata de dos piezas muy especiales. La escultura es un óxido pintado por las dos caras, es una pieza excepcional, y la otra es un collage de la técnica del papel alquitranado, que pertenece a una serie muy corta que hizo Chillida", detalló Fernández-Braso, para quien se trata "de dos obras absolutamente insustituibles".

Una de las obras del maestro vasco galardonado en 1987 con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes fue robada por estos personajes junto con otros 34 cuadros y esculturas cuando estaban en un camión en una empresa de transportes de Getafe. Se trata de TOPUS IV, una escultura en hierro valorada en unos 800.000 euros.

Los ladrones se la vendieron a un chatarrero por el increíble precio de 33 euros, su cotización en báscula. La intervención policial ha impedido que acabe aplastada y usada para fabricar latas de atún. El dueño de la chatarrería dijo que la obra llevaba allí tirada "y completamente oxidada" desde hacía varios días. Su hija declaró que la pieza la pesó ella misma y le ofreció a quien se la trajo los 33 euros por su peso.

«Ni él ni yo sabíamos que era una obra de arte -explica Sheila Galache, empleada de la chatarrería- y la pague al peso». O sea, a un precio justo, unos 22 céntimos por kilo.

¿Quién es el genio? ¿Chillida? ¿La chica que iba a aplastar esos "trozos de hierro" y que responde sincermanete a los periodistas? ¿yo?

¿Puede existir en la definición del mismo génio una diferencia 799.967 euros?